top of page
  • Foto del escritorEdith Gil

Ser madre es...




“Ser mamá es todo lo que les cuento…” siempre fue la frase más usada por mí. Sabía que un día escribiría sobre esta temática. Así que, plasmo mi idea principal.

Para todo hay un trabajo, pero, para nada estamos listos. Porque se trata de vivencias que hacen acto de presencia de forma fugaz, como aprender a andar en bicicleta –sencillo, es catalogado como un aprendizaje significativo continuo– por otro lado, el caso de relacionarse a nivel interpersonal unos con otros, jamás será la misma experiencia. 

Por muchos artículos que se lean de Daniel Goleman, no existirá trabajo asequible al momento de entrar en otras vidas. Son diferentes conocimientos y es claro, ningún ser pensante es igual que otro. Es decir, siempre se estará iniciando un estudio a nivel social.

Ahora, quedando evidente el tema de la sencillez, ser madre es una etapa maravillosa y complicada, pero no imposible. Se trata de diversas actividades en donde el factor tiempo es el pan de cada día, y solo se alcanza a observar este rol estándar de forma distante, y se opina: “¡Qué bien lo hace! es excelente mamá…”, “Le falta mucho para ser buena madre…”. Todo ello sin antes saber cómo realmente se siente mamá, qué estará pensando mamá y qué querrá mamá.

Se tiene un diagnóstico para este asunto. Ser madre es enloquecer violenta y repentinamente. Es un nuevo estilo de vida que se mezcla con el anterior. Cada una debe saber administrarse en el tiempo, estar y permanecer innovadora para su hijo, ser creativa, optimista y armónica… Lo sé, bonito escrito y poco real. 

Explico, las madres no se programan, no se trata de actuar y formar parte de una sociedad perfecta en donde tienen todo bajo control. ¡No! 

Solo son mujeres capaces de adaptarse a muchos cambios, creando así un espacio apto para sus pequeños. –Aquí se centra lo hermoso de la historia–.
     
De forma personal, me defino como una madre sumamente normal. Buscando no ser perfecta, pero sí poco común; de esas que a veces se les olvida algo pequeño, pero importante, y debe apresurarse para lograr el objetivo.

Cada día busco entender a mi hija de tan solo tres años, y aunque sea dificultoso, no me cansaré de admirar su tierna sonrisa. Demostrándome que todo está bien; logra que siga enloqueciendo y llenándome de mucho amor.

Seamos sensibles, “No hay acto que no implique esfuerzo severo” - EG. Toda madre amaría o quisiéramos escuchar un mensaje alentador: "¡Lo estás haciendo muy bien! Hay mucho por aprender, lo importante es que estás dispuesta y tolerante. No es fácil, pero seguro saldrás victoriosa".

Esta mi siguiente ilustración fue basada en la película “El club de las madres rebeldes” y tuvo como objetivo principal servir de desahogo, secundario que cambien perspectiva.



26 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page